OBJETO: Imagen de la Virgen del Patrocinio.
TÉCNICA: Escultura de
madera policromada y dorada.
Policromía de la imagen
pintada al oleo, policromía de la peana pintada al temple.
MEDIDAS: Imagen: 118 x
37,5 cm. - Peana de forma octagonal: 68 x 34,5 cm.
AÑO DE REALIZACIÓN:
primeros años de la década de los 50 del siglo XX.
AUTOR: Francisco Cuesta
Lopez.
ESTADO DE
CONSERVACIÓN
La imagen se presenta muy sucia de
viejos barnices y residuos de humo y polvo. En la mano derecha de la
Virgen, faltan dos dedos (índice i meñique), rotos y extraviados.
Varias son las fisuras de madera, en la cabeza del Niño, en la
vestimenta de la Virgen y en la peana en correspondencia de las
juntas de las molduras. También se pueden observar varias y pequeñas
caídas de color en múltiples zonas de la superficie pictórica.
En la parte trasera de la peana se
pueden notar varias gotas de pintura.
Las coronas de plata están un poco
oxidadas y necesitan una limpieza.
FASES DE
RESTAURACIÓN
- Tratamiento anti carcoma.
- Limpieza de la superficie pictórica, dorada y metálica en el caso de las coronas.
- Reconstrucción de los dos dedos de la mano derecha de la Virgen.
- Consolidación de las fisuras y lagunas de color.
- Nuevo dorado en las dos molduras de la peana, inferior y superior.
- Estucado de fisuras y lagunas de color.
- Primer barnizado transparente.
- Reintegración cromática.
- Barnizado final transparente.
DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA
PEANA
OCTAGONAL
Peana
octagonal policromada a falso mármol en la base inferior con
tonalidades moradas y vetas blancas, lados ondulados de tonalidades
color naranjas y amarillas con vetas en rojo y marrón. Molduras
inferior i superior doradas (solo las cinco anteriores más
visibles), las tres zonas onduladas anteriores están también
doradas con símbolos Marianos.
MEDIDAS: Peana de forma
octagonal: 68 x 34,5 cm.
IMAGEN
DE LA VIRGEN Y EL NIÑO
PÉRDIDAS
DE COLOR, LAGUNAS Y FISURAS.
LIMPIEZA
DE LA SUPERFÍCIE PICTÓRICA
La limpieza de la
superficie pictórica se ha realizado con los disolventes adecuados,
adelantando lentamente con pequeñas catas y controlando la
resistencia de la policromía.
ESTUCADO DE LAGUNAS Y FISURAS
Después de haber
consolidado el color se ha procedido con el estucado de las fisuras y
lagunas anteriormente fotografiadas.
LIJADO DE LOS ESTUCADOS
Después de haber estucado
se procede a su lijado, de esta forma reducimos la cantidad de estuco
llevando la laguna de color a su nivel de superficie adecuado.
PRIMER BARNIZADO TRANSPARENTE
Una vez acabado de lijar
los estucados, se ha procedido a dar un primer barniz transparente
diluido al 50% a toda la superficie policroma y dorada de la imagen y
su peana.
Esto, una vez secado, me
permite proceder con la siguiente fase de la reintegración
pictórica.
RESTAURACIÓN DE LAS
MANOS DE LA VIRGEN
En las manos de la Virgen,
nos encontramos con dos problemáticas distintas.
A la mano derecha le
faltaban dos trozos de dedos el meñique y el índice, además son
evidentes las varias y pequeñas lagunas de color. Por lo tanto se ha
procedido con la reconstrucción de los trozos extraviados. Tallada y
recreada la estructura de los dedos, han sido aplicadas dos capas de
yeso. Lijadas las bases de yeso han sido barnizadas.
La mano izquierda tenía
dificultad de adhesión, ya que su único punto de sujeción era un
pequeño tornillo que pasaba por fuera de la manga hasta llegar en
agarrarse en la parte interior (pulso). Se ha decidido poner un clavo
de madera que entrase dos centímetros en la mitad de la mano y otros
dos en el fondo de la manga (ver fotografías).
Antes de desmontar la mano. |
Sujetada por un tornillo
y dos clavos, se pueden observar los dos agujeros de los clavos y el
tornillo escondido en el centro de la flor.
RESTAURACIÓN DE LAS
CORONAS DE PLATA
Las Coronas pertenecían a
la anterior imagen del siglo XVIII extraviada en la guerra civil,
gracias a la prevenida idea de algún ciudadano, cura o sacristán
del pueblo de Penáguila fueron desmontadas y escondidas, de esta
forma se pudieron salvar al saqueo y destrucción del patrimonio
histórico artístico. Las coronas de las imágenes son tres, dos de
la Virgen y una del Niño, son de plata de ley con fino trabajo
repujado y añadido de gemas.
AUREOLA DE LA VIRGEN
La aureola de la Virgen
situada en el lado posterior de la imagen, está compuesta por dos
piezas, la aureola de plata finamente trabajada con la técnica del
repujado y el soporte en hierro con forma de “Y”. Las gemas
añadidas son de un total de 23, 12 de color azul en las estrellas y
11 de color rojo en las flores intercaladas entre las estrellas.
El soporte en hierro esta
fijado a la aureola con 5 tornillos, las dos extremidades inferiores
van ancladas con 4 tornillos directamente en la zona posterior de la
talla.
VARA DE PLATA PARA EL
BANDERÍN
Vara de plata que mide 75
centímetros de largo por 17 de ancho. En su extremidad superior en
forma de cruz, podemos encontrar el símbolo mariano con su base en
forma de media luna, poco más abajo una rama con flores de lirios,
símbolo de pureza. Justo donde empieza la rama, podemos ver una
clave que abre y cierra, regulando la altura de la vara, formada por
dos piezas. En la varita superior trasversal se apoya el banderín de
seda blanca bordada con decoraciones en hilo dorado.
Junto a la clave
encontramos una escrita grabada con los nombres de los donantes y su
fecha de producción coincidiendo con el año jubilar: “FAMILIA
LLORENS- COLOMINA AÑO JUBILAR 2000”
LA PALOMA Y SU POSICIÓN
ICONOGRÁFICA EN LA IMAGEN
La paloma en la
iconografía Cristiana siempre ha tenido una importancia fundamental,
representando la Trinidad y espíritu Santo en temas de
resurrección, bautismo, paz, pureza, libertad y fidelidad.
En el caso de la Virgen
del Patrocinio, fue colocada, como se puede ver en la fotografía, en
la rodilla izquierda del Niño Jesus, una posición que junto a Don
José Juan, cura de la Parroquia de Penáguila, hemos considerado
equivocada.
Después de consultarnos y
comprobando que la posición de la paloma, en la antigua y anterior
imagen, estaba en el interior de la mano izquierda del Niño Jesus,
decidimos volver a colocarla en su posición original. Esta posición,
representa su donación a los fieles de los símbolos de paz, pureza
y fidelidad.
Supongo que la Imagen,
contaba con el simple apoyo de la paloma en la mano del Niño Jesús
y que muy probablemente, al ser inestable y con el riesgo de
perderla, decidieron anclarla con un clavo a la rodilla del Niño
Jesús.
Realicé un clavo de madera, el cual
tiene la función de enganchar la paloma en la mano izquierda del
Niño, de forma mecánica y removible, entrando por una mitad en la
paloma y la otra en la palma de la mano izquierda.
EL
AUTOR DE LA IMAGEN
Sobre el escultor,
autor de la imagen, encontré en la zona inferior de la base de la
Virgen, restos de firma “Francis…” pero, sobre todo muy bien
conservada la dirección de su taller “Plaza músico Gomis 1-
Valencia”, con la cual pude hacer una búsqueda y llegar a
identificar el artífice de esta preciosa talla, Francisco Cuesta Lopez.
En la
página web del Ayuntamiento de Ayora, pueblo natal de Francisco
Cuesta, he podido encontrar noticias, donde describe que
en los años de la posguerra, junto a su hermano Inocencio,
realizaron la mayor parte de las nuevas imágenes religiosas en
Ayora.
Otra
y curiosa información, he podido encontrarla en una página web de
coleccionismo, la tarjeta comercial del escultor Francisco Cuesta
Lopez, la cual demuestra la ubicación de su taller.
INFORMACIÓN
HISTÓRICA DE LA ÉPOCA
TAREAS
DE RESCATE DE LA ESCULTURA SACRA EN LA POSGUERRA VALENCIANA.
María Ángeles Carabal
Montagud, Beatriz Santamarina Campos, Virginia Santamarina Campos y
Pilar Roig Picazo. Instituto Universitario de Restauración del
Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia.
SITUACIÓN POST-BÉLICA
Los conflictos
bélicos se han caracterizado por la destrucción o mutilación de
ciertos Bienes Culturales. Este hecho va ligado a diferencias
ideológicas o políticas, las cuales se han podido traducir, en el
pasado, en una acción destructiva directa sobre diversas obras.
Atendiendo a la simbología que llevan implícita determinados
objetos, no es de extrañar que se haya actuado sobre numerosas obras
de arte para infringir un daño más allá de la materia,
respondiendo a una doble vertiente: destruir la materialidad y, con
ello, aniquilar el contenido simbólico que éstas evocan en un
determinado colectivo. Por ello, una de las consecuencias de la
guerra civil, como es bien conocido, fue la destrucción o mutilación
de gran parte del Patrimonio mueble e inmueble eclesiástico, puesto
que contenían un significado que iba más allá de los propios
objetos o arquitecturas, los cuales formaron parte del pasado y de la
tradición. El poder adquisitivo era bajo
por tratarse de una época de posguerra, pero para la Iglesia y el
Estado resultaba importante recuperar su patrimonio, por lo que se
hicieron grandes esfuerzos para, por un lado rehabilitar los bienes
originales, que en la mayoría de las ocasiones habían quedado
seriamente dañados, y por otro para volver a hacer, del modo más
similar posible, las obras que se habían perdido.
RECUPERACIÓN DE TEMPLOS
PARROQUIALES Y ARTE SACRO
Como acabamos de
señalar, los movimientos destinados a la recuperación de templos
parroquiales, con sus objetos significativos contenidos en ellos
fuertemente deteriorados, no se hizo esperar. Las primeras acciones
por parte de la Iglesia comienzan en 1939, impulsadas por el Estado,
para rehabilitar las iglesias y restablecer cuanto antes el culto.
Así, el Arzobispado de Valencia, crea en el año 1939 la ‘Junta
Diocesana de Arte Sacro’, la cual genera nuevas disposiciones en
una reunión producida el 30 de junio de 1939, y en las mismas se
establece la creación de la ‘Junta para la Reparación de
Templos’. También desde la
Administración General del Estado se crearon dos órganos, en época
inmediata a la guerra, que promovían la reconstrucción
arquitectónica de edificios religiosos fuertemente deteriorados o
destruidos durante la guerra civil. Éstos eran, por un lado ‘La
Junta Nacional de Reconstrucción de Templos Parroquiales’ creada
en 1941 y por otro ‘La Dirección General de Regiones Devastadas y
Reparación’, creada en 1938.
MANUTENCIÓN
Y CUIDADO DE LA IMAGEN
Lo
más importante para poder mantener la imagen en buen estado de
conservación, el máximo tiempo posible, es no
limpiar con agua ni trapos húmedos,
limpiar el polvo en seco con pinceles, mucha atención en no poner
cerca jarrones de flores con agua.
AGRADECIMIENTOS
Quería
agradecer la confianza depositada en mi, Don José Juan Crespo Carsi
Párroco de Penáguila, la junta Parroquial, Juan Picó, Patrin
Domenech concejala de cultura del Ayuntamiento de Penáguila,
Enrique Brotons.
ANTIGUART de Stefano Sassu Tormo –
RESTAURACIÓN OBRAS DE ARTE-
Calle
Mayans 17, 46870 – Ontinyent (Valencia)
Teléfono: 0034/96 238 46
88 – móvil 0034/679 25 37 01
CIF: 21696061T
NOTA: El contenido de la entrada, escrito y fotográfico, es una reproducción literal de la memoria confeccionada por el restaurador Stefano Sassu Tormo.
Más información de la Virgen del Patrocinio:
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