diumenge, de gener 16, 2011

Suscinta Memoria de las Fiestas en el Segundo Centario de la Virgen del Patrocinio 1893 VI (colabora Joan Micó)

Descripción de los Festejos
Día 21 de Septimebre de 1893


Como ya oportunamente dijimos, nada que no esté dicho podemos señalar en el día de hoy. A la misma hora que en el anterio, anunciaron la música y campanas la diana, y aunque en público no se dieron limosnas, no habrán faltado bendiciones de bastantes desgraciados para esta familia por el auxilio recibido, sin que de ello se haya hecho pública ostentación. A las diez se cantó la misa de Aycart, predicando D. Nicolás Galiana, Cura párroco de esta villa, y con las vísperas de la tarde y varios pasacalles por la música durante el día, pasó la fiesta al dominio de doña Rita Agulló, viuda de Cantó, cuya residencia tiene en Alcoy.


Siendo la señora antes citada de edad octagenenaria; atacada de aplopegia y teniendo perdidas casi por completo sus facultades mentales, no podía disponer los festejos que se le habían de tribuatar a la Virgen, de quien toda su vida fué devotísima; pero sabemos que sus hijos recordaban la aproximación del Centenario y lo encaminaban todo para que la fiesta fuera explendente. Dios que está sobre todo, cortó en flor tan bellas ilusiones llevándose prematuramente al hijo mayor de esta señora, y sumiendo en el más acerbo dolor a toda la familia; así que, huyend hoy de toda ostentación y grandeza, pero sin olvidar por ello al objeto predilecto de sus corazones, quieren por su parte concretar los festejos a la función religiosa.


En la noche de que nos venimos ocupando, no hubo nada que fuera regular. A las nueve presentase la música en la plaza y viendo los músicos que no se encendia el "foc" ni volteaban las campanas, tomaándolo todo a cháchara y juego, traen ocho ó diez gavillas de sarmientos a las que prenden fuego y empezando a tocar la danza del país que bailaron unas cuantas parejas, todo fué de allí en adelante confusión y desconcierto. Sin esperar las diez ni a que se retiraran algunas señoras que habían acudido en espera de mejor velada, soló la gente de "trueno" algunos cohetes y las susodichas señoras se vieron y desearon para guarecerse en la primera casa que encontraron abierta, quedando allí como prisionares hasta tanto terminase la función de la pólvora.

No escatimamos nuestro aplauso al señor Presidente de la Junta de fiestas, al ordenar tocase la música en la noche del lunes, y sentimos vivamente no poder hacer hoy lo mismo, ya que no ha procurado que esta velada resultara serua, a la par que recreativa, cual fueron las anteriores. Nadie dió orden de que se hicieran danzas, pero se le ocurrió a uno de los músicos entonarlas y los demás le hicieron coro. Como en noches anteriores no hubo, creemos debieran haberse prohibido inmediatamente, pues la familia cuya es la fiesta, puede estar segura que si ésta ha sido la nota discordante de la semana, fué por pura impremeditación de los jóvenes, estando muy lejos de su ánimo querer mortificar a nadie en lo más mínimo. Aclaración que hacemos, porque el caso pudiera dar lugar a falsas interpretaciones.